Women having a conversation in an office

Empoderamiento de empresas de propiedad de mujeres en República Dominicana

Gobierno de la República Dominicana,

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República Dominicana ha demostrado un enfoque pionero en la inclusión de las mujeres en las compras públicas.

Resumen

  • fomentar las empresas de propiedad de mujeres requiere un enfoque dirigido
  • el éxito se puede lograr combinando cupos con eventos y talleres
  • los datos de buena calidad son esenciales para monitorear la inclusión de género

El problema

República Dominicana, que antes era conocida principalmente por sus playas y bananas, ahora tiene la economía más grande del Caribe y Centroamérica. Sin embargo, hasta hace poco, las mujeres no compartían los frutos de su éxito.

A principios de la década de 2000, los gastos gubernamentales en compras, una herramienta importante para promover la igualdad de género, se dirigían casi exclusivamente a los hombres.

Para las mujeres emprendedoras, que con frecuencia dirigen pequeñas empresas familiares, la adquisición pública era vista como una tienda a la que no podían acceder: estaba fuera del alcance y no valía la pena hacer el esfuerzo para ganar un contrato.

“Ninguna economía puede desarrollar su potencial total, a menos que las mujeres y los hombres participen completamente”.

Kristina Georgieva, Directora del Fondo Monetario Internacional

El enfoque

En 2012, la Dra. Yokasta Guzmán se convirtió en la primera directora de Compras Públicas mujer de República Dominicana.

Su oficina, la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP), comenzó a lanzar una gama de iniciativas dirigidas a empresas de propiedad de mujeres. Estas incluyeron:

  • alentar a las mujeres a registrarse como proveedoras en la base de datos del gobierno;
  • establecer que un objetivo del 5% de todos los contratos gubernamentales vayan exclusivamente a empresas de propiedad de mujeres;
  • realizar eventos y talleres para familiarizar a las mujeres con las compras públicas.

Para generar conciencia, se realizaron “ferias de compras” en todo el país. En estos eventos, los funcionarios pudieron averiguar dónde se ubicaban las empresas de propiedad de mujeres y se reunieron con ellas en persona para explicarles las oportunidades.

Los eventos de seguimiento incluyeron capacitación sobre cómo usar el sistema de compras electrónicas del gobierno y talleres sobre técnicas de entrevistas y presentaciones.

Para asegurarles a las proveedoras mujeres que el sistema no estaba amañado a favor de los hombres, se introdujo un sistema de rifas. Cualquier empresa que cumpliera con los criterios de selección era ingresada en una “lotería de proyectos” y se anunciaba el ganador en público.

Las estadísticas sobre la inclusión de género usan gráficos y mapas claros, en lugar de ser enterrados en informes u hojas de cálculo gubernamentales.

A procurement fair in Santo Domingo where women suppliers meet government officials

Una feria de adquisiciones en Santo Domingo donde las mujeres proveedoras se encuentran con los funcionarios del gobierno.

Los resultados

Entre 2012 y 2017, la cantidad de mujeres proveedoras en la base de datos de la DGCP creció de 2000 a 15 000.

Además de los sectores tradicionalmente “femeninos”, como la agricultura y los servicios, casi todos los sectores tuvieron representación, desde la minería a la investigación, la ingeniería y la tecnología.

Se registraron mujeres de toda la isla, incluso en provincias más remotas, lo que sugiere que el enfoque de “venimos a usted” de las ferias de compras había funcionado.

Para 2019, un quinto de los contratos con el gobierno, que totalizaron 20 mil millones de DOP (350 millones de USD), se destinó a mujeres.

Como lo describió la Dra. Guzmán, “las mujeres habían dejado de pedir favores y comenzaron a reclamar sus derechos”.

A data visualisation showing the amount of government contracts awarded to women, published on the DGCP website

Una visualización de datos que muestra la cantidad de contratos gubernamentales otorgados a mujeres, publicado en el sitio web de la DGCP.

Los desafíos

Al igual que con cualquier política diseñada para favorecer a un grupo específico, esto implica algunos riesgos. Por ejemplo, las compañías pueden emplear una cantidad simbólica de mujeres simplemente para obtener un estado preferencial.

El enfoque proactivo adoptado por la DGCP para buscar y encontrar mujeres en eventos y talleres hizo que esto fuera menos preocupante.

Al supervisar el proceso de registro, los funcionarios del gobierno pudieron verificar que las mujeres eran propietarias de empresas o que tenían participación mayoritaria en ellas.

Una vez que se agregaba una empresa propiedad de mujeres a la base de datos, era importante hacer un seguimiento de lo que sucedía después.

Esto requirió la minuciosa tarea de agregar marcadores de género o “etiquetas” a los datos del gobierno, un proceso conocido como “desagregación”.

Una vez que las etiquetas estaban en su lugar, la DGCP pudo ver qué empresas propiedad de mujeres habían ganado contratos, qué tipo de contratos les fueron adjudicados y por qué montos (una información que fue crucial para medir el éxito de la política).

Próximos pasos

República Dominicana ha comenzado a compartir su experiencia en la inclusión de género con países vecinos, comenzando por El Salvador y Costa Rica.

Se han lanzado esquemas similares en toda América Latina, tanto en Chile como en la ciudad de Buenos Aires, mediante la introducción de una certificación para empresas de propiedad de mujeres.

Sin embargo, a medida que los gobiernos reaccionan ante la pandemia de Covid-19, existe un riesgo de que la inclusión de género pierda prioridad.

El desafío será garantizar que las empresas de propiedad de mujeres no terminen en el lugar donde comenzaron y puedan desempeñar una función igualitaria en la recuperación.